En 1374 el rey Pedro
IV “el
Ceremonioso” ordena construir tres aljibes públicos,
cuya función era recoger el agua procedente de la lluvia, deberían
ser construidos en un lugar geoestratégico para aprovechar los desniveles
de terreno de la zona más alta del interior de la muralla y conducir
el mayor número de litros de agua al interior de los aljibes.
El lugar elegido para la construcción de los aljibes sería
la Plaza del Mercado conocida hoy, como la Plaza del Torico;
se aprovecharía el desnivel de terreno existente entre la parte más
alta de la muela, (zona de la Judería) y la zona neutra del
entorno de la Plaza del Mercado; para canalizar el agua de las distintas
vertientes que convergen en este punto, hasta el subsuelo de dicha plaza.
El maestro de obras Brahem Bellito sería el
encargado de dirigir las obras. Este pertenecía a una familia de artífices
que llevaron a cabo en Aragón algunas de las obras más emblemáticas
del estilo mudéjar. En Zaragoza participaron en la construcción
del Refectorio del Convento de Santo Domingo y dentro del
recinto de la Aljafería en la iglesia de San Martín y
en los salones del Palacio de Pedro IV.
La documentación consultada hace referencia a la construcción
de tres aljibes; dos de ellos localizados Aljibe Fondero y Aljibe Somero
y un tercero que todavía a fecha de hoy las catas arqueológicas
no han conseguido detectar. Los dos aljibes se encuentran ubicados
en el subsuelo de la actual plaza de Carlos Castel.
El inicio de la obras tiene lugar en 1373, pero muy pronto la fatalidad
hace que estas obras se retrasen con respecto al tiempo previsto de
ejecución, veintitrés personas mueren cuando el peso de la
bóveda cede y se precipita contra los obreros que se encontraban trabajando
en el interior del aljibe. Este hecho, unido a los constantes enfrentamientos
bélicos que tienen lugar a finales del siglo XIV hace que la obra
finalice con una gran demora en el tiempo.
En 1411 en el aljibe se realizan unas obras reparación de canales
y limpieza, con posterioridad a esta fecha se decide cerrar el brocal ubicado
en la Plaza del Mercado con unas bisagras y un aldabón. Varias pueden
ser las causas que propicien esta orden; evitar posibles robos de agua, proteger
el agua de la suciedad que a través de esa conducción pudiera
penetrar al interior contaminando la calidad del agua almacenada o controlar
la cantidad de agua diaria que podían extraer del interior.
Tras finalizar las tensiones entre Aragón y Castilla con la firma
de la Paz de Almazán en 1375, la ciudad de Teruel pierde protagonismo
geoestratégico.
En la actualidad pueden visitarse dos aljibes, el aljibe fondero y el aljbe somero.